José Pablo G. Roldán
- hace 3 días
- 2 min.
La economía de la reputación es una imparable disciplina social, por lo que la confianza y credibilidad son elementos claves en este nuevo "modelo de gestión" que entendemos como Reputación.
Blog personal creado para construir conversaciones sobre las diferentes estrategias y tendencias que impactan la reputación de las empresas en nuestro actual entorno VUCA+H / BANI
Consultor de comunicación y reputación Corporativa
Regional Manager para Reputation Republik (Barcelona, España)
Especialista en Comunicación y reputación Corporativa. Asociado DIRCOM España y aspirante a Certificación Internacional en gestión de Compliance iCECOM 2022. Además, actualmente en proceso Máster en gestión empresarial y comunicación corporativa de la Escuela de Negocios Europea, Barcelona España y Universidad Isabel I.
Con más de 19 años de experiencia en el mundo de la comunicación y reputación. Medios de comunicación, empresas (DIRCOM) y firmas de consultoría como LLYC (Panamá) en el equipo de Crisis y Riesgos. Actualmente Regional Manager para la prestigiosa firma y red española (Barcelona) Reputation Republik, y columnista para el diario costarricense El Observador y revistas especializadas.
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- Regional Manager para Reputation Republik
Acompaño a compañías, marcas y organizaciones en la construcción de confianza y gestión de la desconfianza, y de esta forma desarrollar un sólido capital reputacional que otorgue a estas la preciada licencia social para operar, y así, garantizar su sostenibilidad presente y futura.
La economía de la reputación es una imparable disciplina social, por lo que la confianza y credibilidad son elementos claves en este nuevo "modelo de gestión", que entendemos y ya conocemos como reputación.
Pero para alcanzar el éxito y desarrollar de forma correcta este modelo de gestión, es tan importante como urgente una correcta comunicación.
Las compañías, marcas y organizaciones necesitan desarrollar una comunicación responsable y estratégica. Hoy, los stakeholders requieren ser atendidos y comprendidos acorde a sus exigencias, así como de una comunicación que humanice, y que nada más humano que la propia comunicación.